sábado, 10 de noviembre de 2007

SIN SER NADA SOY TODO

Las preguntasya no tienen sentido
todo es un acto invisible
una ilusión desmedida
en el plano inmaterial
cada cosa se diluye
trama oculta, misteriosa
La vida es lo que tengo
no me preocupa el después.
Voy entregado
al tiempo del no-tiempo,
hacia la realización cósmica
en la fusión
de mi no ser.

SILENCIO

Las estrellas

están pobladas de historias.


Las palabras brotan

entre los abismos.

El mensaje es transportado

por el tiempo.

OBRAS DE SALVADOR MUNTANER





UN VIAJE

La noche de los colores

en la ciudad de San Cristóbal:


Salvador

-amigo de toda la vida-

plasma mujeres enamoradas

rostros iluminados

pincelados con vestigios de la nada.

El maestro Erasmo

convoca a la magia

para relatar

sus aventuras africanas.

Carlos un joven guerrero

apoya con su luz

y Osvaldo diseña imágenes

desde su corazón,

mientras un poeta-caminante

intenta cincelar el tiempo con su tinta.

DESDE SAN CRISTÓBAL, VENEZUELA.

¿Qué será de los pájaros en Ranelagh?

¿Cómo estará el otoño en mi barrio?

Miro hacia atrás y me alcanza

la inmensa realidad de la distancia.


Aún recuerdo

el corazón de mi madre

gritando en mi pecho

el día que me lancé a los caminos.

Recuerdo los rostros que pasaron ante mí,

los paisajes escritos en mi alma.


Escucho el llanto de Marcela

cuando nos despedimos en Lima.


¿Qué será de los amigos,

de la Calle Ancha

ahora pavimentada

donde en otras épocas

crecían las manzanillas

que mi abuela juntaba?

¿Cómo estará el amor de Hermes, mi perro,

la placita donde iba a poetizar mis sueños,

a dibujar con la forma de las nubes,

a pasar las tardes sin tiempo

escuchando la risa de la hierba,

el consejo de los árboles?


¿Qué serán de aquellos amores que tuve,

de la bicicleta blanca,

los libros que habitaron mi cuarto,

el horno a leña y los claveles?


¿Qué será de la parra plantada por mi padre?

¿Qué será

de aquella vida

que ya no tengo?

viernes, 9 de noviembre de 2007

EL MAR CARIBE

Una respiración animal

trae el aliento de la eternidad

donde reposan dragones sin fuego.

LA REALIDAD EN PREGONERO

No necesito de metáforas

cuando veo

la casa recostada en la colina,

a su lado tres árboles,

más arriba brilla el cielo

y bien a lo lejos se ven los cerros.

Están todos a la vista

los campesinos que recolectan

las cebollas y las papas,

las mujeres portando

la comida en sus cestas,

los niños que juegan

en las puertas de sus casas,

los pájaros que cantan,

la brisa que viene de la montaña.

Cada cosa se manifiesta

real, bella, completa

y entonces

no necesito de metáforas.

EN EL COBRE

Una aldea de humus

renace todos los días

al ritmo de las cosechas,

al nacimiento de las lluvias,

al cultivo de la vida

por seres humanos inmensos.

EN LA CASA DE FERNANDO




Unas ramitas de yerba buena


descansan sobre la mesa.



Un poemario inédito


inspirado en el mar


espera ser editado


¡Algún día!



Mi corazón no tiene prisa


viaja tranquilo hacia su destino.


Una taza humeante


de café con leche


calienta mi alma.



Elementos tan simples


que logran la transformación sagrada:

poesía.


Un intento de la tinta


dejando su huella


en el cuaderno de los sueños


donde se escribe el Camino.

HACIA TODOS LOS SILENCIOS



El hombre vestido de noche


camina bajo la sombra

donde el cielo abre sus puertas.

Una estrella sonríe


apenas un segundo de Todo


sólo silencio de Ángeles


volando hacia las cúpulas invertidas.


El hombre vestido de noche


sueña el infinito:


huecos celestes en vértices furiosos


girando hacia las fronteras liberadas


por el rumor de los cometas,


viajeros milenarios


portando las chispas del tiempo.

EL COBRE (Táchira) VENEZUELA


COMO EN LOS TIEMPOS ANTIGUOS


jueves, 8 de noviembre de 2007

MAGIA ANDINA

Cae la lluvia sobre la plaza

tres luces resisten la niebla

el agua lleva vestigiosde

otras voces antiguas.


Un arpa venezolana

ríe y lloraen la tasca de Goyo.

Un hombre sube la cuesta

repican las campanas

de San Bartolomé.

En El Cobre

la magia andina

recorre las calles.

CON EL ÉTER DEL ENIGMA

Huye el eterno retorno del Yo.

La tarde ausente de todo

trae rimas como nubes.

Se promete el regreso de las metáforas:

letras olvidadas en el tiempo,

olas desnudas sobre el mar.

lunes, 5 de noviembre de 2007

EN PERIBECA






El anochecer destiñe las tejas




la luna va hilando ficciones,




un duende atraviesa la plaza




mariposa duerme sobre el muro.




Palmeras solitarias contemplan




a dos amigos: eternos.




Una luz nace sobre el cerro




jóvenes escuchan un poema.


En Peribeca el aroma de la hierba,




la tierra y el jojoto acompaña




el sabor dulce de la cachapa milenaria


con una cerveza helada.

SOBRE ABISMOS



La oruga quiebra el cristal


de los sueños tempranos.


Tiembla la tierra resquebrajando


la corteza del alma, rompe el aura del sol.


Entre la distancia de los nubarrones


fosforescencias indómitas


irreconocibles penetran

el paisaje.

MACERANDO PALABRAS




La tinta hierve


en calderos antiguos


donde viejos brujos


elaboran metáforas.

Para mi madre, alma de mi alma.


Agradezco a todos aquellos guerreros que me abrieron sus corazones acompañándome en esta travesía por América del Sur:

A Luís Ariasmanzo y Marcia Motta de Chile.
Feliciano Mejía y Rosa Berenice de Perú.
Ruth Bazante Chiriboga y Maruja Santana de Ecuador.

Winston Morales Chabarro, Edwin Baron y Luís Padilla de Colombia.
A Luis Luna, poeta amigo de Madrid, España que ha seguido mis pasos.
Al Maestro Marcelo di Marco, de Argentina por su enseñanza poética
Al Príncipe de Albanta amigo del alma y viajero de la poesía.
A Emmanuel Taub de Argentina, por sus bellas palabras y su gran aporte hacia el libro.

A Cruz Yayes Barco, Fernando Zambrano, Jorge Gómez Jiménez, Miguel Rodríguez Vergara, Mireya Krispín, Ana Berta López, Wilfredo Nuiter, Erasmo De Zotti, Carlos Cruz Aceros, Osvaldo Barreto y Salvador Muntaner de Venezuela.

A Carina Álvarez de Argentina y Anace Blum de Ecuador por ayudarme a crecer como poeta.

Hermanos de una sola nación llamada Humanidad.

Nombrarlos a todos sería imposible, pero sepan que vivirán por siempre en mi corazón.