martes, 26 de octubre de 2010

HERENCIA DEL VIENTO

La obra de Alejandro Delgado, un amigo de otras tierras.






PREAMBULO

Las temáticas del poemario de Alejandro Delgado son variadas, sin embargo podemos decir que, principalmente, el autor retoma los temas universales que han cautivado a poetas y artistas de todos los tiempos como la muerte, la soledad, el amor y el tiempo. Aunque se trate de temas universales el tratamiento que reciben en cada una de las épocas y en cada uno de los artistas y poetas es distinto, de acuerdo a las formaciones ideológicas que les toca vivir.
Alejandro Delgado al aglutinar en su poemario todos aquellos temas, hace de su poesía un tema universal ¿Cómo desligar el tiempo de la muerte? ¿Cómo identificar el tiempo sin la espera y a ésta sin la soledad y el amor?
Pero también la concentración de las palabras conlleva significados distintos. El silencio, las cenizas, el viento, el mar, el fuego, la ceguera el deseo, el agua, el cuerpo, el río, el frío, la piedra, el espejo las plegarias, el tedio, el humo, son palabras que en contextos diferentes generan connotaciones que remiten siempre a los temas ya descritos.
Lo que queremos decir es que en los poemas de Alejandro los temas y palabras se entrecruzan y convergen en la soledad, la muerte , el amor, el tiempo y la sociedad, y que la vinculación estrecha entre ellos hacen de su poemario un gran poema. No obstante, para facilitar el acercamiento a su poesía, lo he separado en cuatro temas: el amor, el tiempo, la sociedad y lo sensorial.

AMOR

En los poemas amorosos de Alejandro Delgado se encuentra la presencia de los cuatro elementos en concordancia con en el sentimiento ambivalente del amor de seguridad y de miedo, en donde se funden agua y calor, viento y tierra, esto se observa en su poema “Enjambres de ser” en varios de sus versos, como en estos dos, por ejemplo:
“Soy sólo este azar coincidencia de viento y tierra”
(…)
“un hombre con vocación de río fluyendo al manantial de tus sueños”
El agua, la sangre, la saliva, son líquidos que se encuentran presentes también en su poesía, que remiten a la simbología universal del amor y de la procreación, en cuanto líquidos corporales identificados con la vida, en el mismo poema se encuentran estos versos:
“duende saltando entre ríos de tus flujos y sueños”
“minero buscador de tus secretos
Que se guardan traviesos en el sabor de tu saliva”
La presencia de los sólidos en los poemas de Alejandro no aparece con connotaciones distintas a la de los líquidos, sino con significados que se complementan: la piedra, el reloj, la piel, el vientre, el espejo, la tierra, unidas a la representación de aquellos, convergen en el sentimiento de amor o en el acto amoroso. Las palabras, de la misma forma que los temas, se insertan en su poesía como presencia misma de la vida humana.

TIEMPO

Entre los semas que representa el tiempo en la poesía de Alejandro se encuentran principalmente los que refieren a las lexias: cenizas, día, noche, eco. Para expresar el tiempo hace uso de un recurso literario que consiste en utilizar dos sustantivos al final de cada verso, o bien, un verbo y un sustantivo con los que adjetiviza o da sentido a la frase que designa al tiempo; por ejemplo en el poema “La médula de cronos” dice al final de cada uno de los versos de la primera estrofa :
“carne de fuego”
“desnudar la aurora”
“terror de la noche
“caigan las estrellas”
“entraña del medio día
En las dos últimas palabras de cada uno de estos cinco versos, sólo utiliza dos verbos, “desnudar” y “caigan” que anteceden al sustantivo, y en el poema “Cronología”, utilizando el mismo recurso dice:
“oscuro es el canto de las cenizas de los creyentes”
“paz es lo que lubrica mi deseo y el aullido de mi sombra”
“me acompaña la rabia del espacio contra el tiempo”
“el tiempo es el mejor amigo de mi sombra”
“mi sombra es el canto del silencio”
En esta parte del poema se observa que las dos últimas palabras son sustantivos cuyo funcionamiento refuerza el sema del tiempo en relación al espacio, espacio y tiempo aparecen contrarios.
Al finalizar este poema Alejandro les da a los últimos versos una terminación con sustantivos:
“espinas de las flores”
“Manantial de los sueños”
“apuesta contra el tiempo”
Otro recurso del que se vale el autor es el de oponer identidades, por ejemplo, en el poema “Tiro de gracia” dice: “El agua que se ahoga en su propia transparencia”

SOCIEDAD

Si en los poemas relativos al tiempo se encuentran como constantes dos sustantivos al final de cada verso, en los poemas que refieren a lo social encontramos casi siempre a un sustantivo antecedido de un verbo al final de cada verso, lo que le da al poema connotaciones sociales de hambre, marginación, soledad y abandono; pero al mismo tiempo muestran la lucha del ser yo, contra el ser otro: el individuo contra las formas sociales que rechaza.
Veamos este párrafo:
Me cuesta un ojo de la cara
Ser citadino de salario modesto
Homologando mis sueños a destajo
Con el insomnio pagar puntual el telecable
La joyería de fantasía de mi amante
La tumba en condominio de mi hermana
El predominio de los verbos en los versos del poema “Fe ciega”, hay una inclinación hacia el rechazo a la imposición social de la competencia en la escala social. Los sustantivos empleo, fila, escalera, reglas de hielo, rabia, fuego hipertensión, dolor, antecedidos o precedidos por los verbos conseguir, formar, empujar, subir, medir, hendir, cambiar, continuar, bajar, entre otros, indican el estado del ser y la competencia entre los seres por ocupar un lugar social para figurar o ser respetado en el estatus conseguido. Sin embargo, a estos verbos que, de alguna manera, indican acción de fuerza, de coraje e inconformidad, se suavizan con las expresiones “reglas del hiero, “ironía del fuego”, “silencio del canto” y “gritos hipertensos”, para mostrar al ser humano doblegado ante las costumbres impuestas por la sociedad fincada en la competencia.
El poema “copia de respaldo” es también una muestra del manejo de sustantivos y verbos, de verbos y sustantivos, para exponer la carga semántica de la inconformidad y la ironía.
En el poema “Cambio social” Alejandro termina sus versos con sustantivos antecedidos de verbos para darle al poema una carga semántica de sumisión a la autoridad por parte de las masas, veamos:
Verbos sustantivos
Cambiar--------------------------------el mundo
Reclutar--------------------------------borregos
Engañar---------------------------------pastores
Ser-------------------------------------de otro color
Devorar---------------------------------doctrinas (ideologías)
Mediante este recurso Alejandro expone las prácticas políticas de los partidos y de los líderes contemporáneos, expresando en los verbos una ilusión que niega la misma acción pasión que conlleva el verbo; los sustantivos representan una realidad como ilusión de hacer, y realidad de no hacer que se estatiza en las prácticas que ya han sido institucionalizadas, por cualquier color de partido, por cualquier tipo de masa o dirigentes, que hacen que el mundo permanezca tal y como está porque el verbo que debe ser acción se convierte en ilusión.

LO SENSORIAL

Las sensaciones en los poemas de Alejandro no las podemos tratar por separado, éstas son una constante en el poemario, aunque no alude directamente a los sentidos, se perciben éstos a través de semas que los connotan.
Todos los temas son expuestos por Delgado en un ambiente sensorial, aún en las frases que puedan connotar racionalidad se encuentran dominadas por lo sensorial. Para el poeta ”el tacto es la viva extensión de los verbos”, es “el manantial contenido en uno mismo” que baña todo lo existente en la medida en que éste se absorbe por el tacto. Alejandro deja en el lector una sensación de ósmosis. No podemos decir entonces que Alejandro incursiona por el tema de la sensoriedad sino que ésta se expresa en su poesía como algo propio e inherente.
Sin embargo, en el poemario se encuentran dos poemas que aluden directamente a los sentidos, principalmente al sentido del tacto, estos poemas son “El tacto” y “Estado de Gracia”; en el primer verso del primero dice: “El tacto es una correlación de fuerzas” para remitirnos semánticamente a la energía que vibra al contacto físico de dos cuerpos. Y en el verso “El tacto es la viva extensión de los verbos”, remite a la acción o movimiento, que es propiciado por el contacto de la piel con algo exterior, pero que origina una reacción, como se ve en estos versos:
El tacto es un tatuaje enamorado de lo incierto
Es el río que engendra el ojo de agua
El manantial contenido en uno mismo
El tatuaje como inherente a la piel es lo mismo que “río” y “ojo de agua”, es lo mismo que el yo y su propio tacto expuesto en el manantial de sí mismo, hombre y tacto son uno mismo, el ser y el sentir se unen en estímulo-respuesta.
El segundo poema, “Estado de Gracia”, ya es extensivo a otros sentidos, si bien el tacto aún se asoma en el poema, como un sentir que se expresa en éste, son el oído y la vista los que son mencionados. El sonido se evidencia en el ritmo del correr de las aguas, en percusiones que llegan hasta el alma, en “sonidos que arrastran en su vuelo las grutas de la memoria y el terrible aullido del futuro”, así como también en “la risa y el llanto”, en la “melodía y la canción del maquinista”, en la “armonía en yerbas de nube silenciosas”, en las vibraciones del violín y en la sinfonía del poema. Alejandro, en este poema se refiere al ser humano: al “hombre mitad mirada mitad oído” ubicado en el mundo sensorial.
Si bien es cierto que los poemas de Alejandro Delgado no se encuentran exentos de los temas universales, también lo es que el tratamiento que reciben se encuentra permeado por los intereses y modos de representar la realidad en el mundo contemporáneo, sin llegar a caer en clisés o estereotipos establecidos.


Blanca Cárdenas Fernández
Morelia, Michoacán. Agosto, 2008.


UNOS TOQUES DE SU OBRA POÉTICA

sueños que se hacen sueños

camino por la calle frenética de inclemencias
mis pasos oscurecen lo que florece en el viento
camino sobre las aguas y el desierto marino
visto mi piel de humo
camino con pies desnudos de fuego
y mis sombras andan descalzas
en tanto mi silueta de ecos
se hunde en una pesadilla de piedra

sueño que mi vida
es la enredadera trepando la piel del silencio
el deseo fragmentando los espejos del instante eterno
el sueño que martilla maderas de sangre
la piedra del río multiplicando estrellas
y despierto al sueño del despertar
soñando despierto el sueño de soñar
como aquel soldado que cava una trinchera en el mar
o esa nave que ancló por siempre en la profunda tormenta

tiempo que perder

el tiempo pasa como la saliva del ansia
se arremolina en la esquina del instante
tiempo que siembra y cosecha tiempo
cuando el todo se hunde en la nada