miércoles, 27 de mayo de 2009

UNA VISIÓN DE HUMBRA LEÓN




¡Dios! Cuatro letras inventadas por la mente del ser humano para decir ALGO que no puede ser expresado, mucho menos explicarlo por intermedio de la palabra. Es una reflexión que lleva a preguntarme ¿Dios quiere derramar sangre en su nombre? ¿Celebra nuestras atrocidades? ¿Dios fue el creador de las hogueras de antaño cuando quemábamos a nuestros hermanos /as? ¿Fue el Diseñador de los peores elementos de tortura para arrancarles la verdad a los supuestos herejes? ¿Quiso la muerte de Giordano Bruno y tantos cientos de miles?
¿Dios admite la segregación racial? ¿Aprobó la cacería de negros en el África para venderlos como bestias y esclavizarlos? ¿Permite que los niños/as mueran de hambre? ¿Es Dios el culpable de todos nuestros males y sufrimientos? ¿Dios quiere nuestros fraccionamientos mentales y vernos divididos en feroces disputas ideológicas? ¿Dios inventó a las religiones para que lo adoremos o las religiones lo inventaron a Él para realizar sus grandes negociados en su nombre? ¿Podemos comerciarlo? ¿Precisa de nuestra adoración? ¿Dios fomenta las guerras y se pone de un bando? ¿Si tenemos un solo Dios por qué existen más de trescientas religiones? ¿Si Dios es Amor, entonces porque nos odiamos? Y de esta forma podría seguir preguntándome hasta el cansancio de la eternidad de los tiempos. La vida es la mayor incógnita maravillosa que tenemos, cuya respuesta existe en el corazón de cada uno de nosotros.
Utilizo la palabra Dios para que ustedes puedan comprender lo que trato de expresar; pero no es una palabra que me guste usar mucho, precisamente por todas las clases de bestialidades que se cometieron en su nombre. Además no conozco el nombre de AQUELLO que se encuentra más allá de mi comprensión. No sé cuál es su verdadero nombre. No tengo idea. Creo que, el problema real no es Dios, somos nosotros que llevamos vidas superficiales, vacuas, viviendo en ilusiones producidas por el Ego que nos hace creer tantas banalidades, nos provoca sufrimiento, nos dice que sólo las cosas materiales son importantes para ser felices; y así, vamos a los tumbos por la vida, sin comprendernos a nosotros mismos, y una persona que NO se conoce a sí mismo no podrá conocer el NUCLEO de la cuestión llamada Dios. ¿Existe un Núcleo en toda esto? La respuesta tendrá que encontrarla cada uno de ustedes. Esperar a que nos la digan, es lo más fácil, repetir respuestas digeridas y procesadas por otros que dicen saber es mucho mejor porque así no tenemos que trabajar interiormente; y me pregunto: ¿Qué saben los demás? Sólo puedo decir que, es primordial encontrar ese NÚCLEO para emerger de las penumbras y así comenzar a caminar hacia la senda de la LUZ. La claridad se transformará en SABIDURÍA y todo se hará en un verdadero MILAGRO. El cielo descenderá sobre la tierra y todos nosotros seremos parte de la misma Realidad: AMOR.

Humbra León - Poeta Universal - 2009

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