lunes, 21 de mayo de 2012

SOBRE EL ESCRITORIO



Escribo desde la ignorancia total. No se absolutamente nada, solo conozco el significado de las letras para poder armar las palabras que redactaré. La noche se encuentra cargada de lluvia, en el aire puede percibirse la densa humedad. Mis sentidos se agudizan. El gallo del vecino siempre canta cuando quiere. El motor de la heladera se ha puesto en marcha y ronronea como un gato blanco de ojos azules. Una palabra viene en la quietud, es la belleza de la Realidad. Silencio. Los pulmones respiran apasionados y escribo suspendido como en un hueco del tiempo. Mis brazos se mueven junto con mis dedos que danzan airados sobre el teclado. Alguien está leyendo ésta historia desde algún lugar del mundo. ¡Magia! Las letras fluyen recibiendo órdenes del cerebro para ser agrupadas en formato de mensaje, así mi mente se expresa hablando por intermedio de las palabras para que puedan ser asimiladas y comprendidas por otra mente, en este caso la suya. Todo es un misterio y todo es mental porque nuestras funciones brotan desde el cerebro. Ahora me pregunto: ¿El cerebro es un instrumento de la mente? ¿Quién es el que da la orden para que mis manos se muevan de determinada manera? ¿De dónde viene esa voz que me indica todo lo que tengo que hacer? ¿La orden proviene desde adentro del cerebro? ¿La mente existe desde afuera? 
Esa realidad es tan poderosa que cada uno tiene que descubrirla, explorar por su cuenta, si dijera lo que pienso al respecto estaría influyéndoles, quitando la oportunidad de llegar a vuestra propia revelación. Tal vez pueda compartir lo que me sucede pero intentar explicar mis experiencias es un acto muy complejo, difícil de traducir por intermedio de los vocablos. Todo lo que Yo pueda decir no significa que se trate de LA VERDAD. En todo caso sería lo que yo creo, no quiero inculcar nada a nadie, ya demasiados seguidores tiene el mundo. Y después de todo ¿qué es LA VERDAD? Lamentablemente la inmensa mayoría no detiene el caminar para averiguar acerca de las cuestiones profundas de la vida, es mucho más fácil retener y atesorar creencias, ideologías y dogmas adquiridos inconscientemente dentro del CAOS que llamamos sociedad. Para todas aquellas personas que tienen SED y se dieron cuenta del profundo sueño hipnótico al que fueron sometidas, que necesitan buscar y no se conforman con el condicionamiento social, cultural, religioso, puedo decirles que es muy posible iniciar una verdadera comunicación real y de crecimiento. Pero, para todas las mentes que todavía permanecen cerradas, programadas con discursos impuestos por políticos y religiosos, es imposible entablar un diálogo abierto pues siempre lo harán por intermedio de un filtro que actúa como un tamiz cultural. La humanidad vive totalmente fragmentada. 

Ante mis reflexiones y desde un estado de NO saber digo que Yo doy la orden al cerebro para que él actúe en consecuencia. Y ese Yo que me habla ¿Quién es? Respondo: Juan Pomponio, mi nombre. Al nacer no traía un certificado con el nombre y apellido, ni siquiera sabía de dónde venía. Juan Pomponio es el nombre elegido por mis padres. Solo se que SOY y tengo vida. Soy un ser con capacidad para pensar, hablar y vincularme con ustedes por medio de la mente. Y ella me dice que integro una raza llamada HUMANA y existo dentro de este cuerpo que me ha sido dado. Si ese Yo es el que le entrega las ordenes al cerebro significa que no pertenece a ese cerebro, que la mente actúa desde otro lugar tratándose de un instrumento que es utilizado por el cerebro. Cuando llega la muerte física de la persona quiere decir que muere la totalidad del cuerpo incluido el órgano cerebral, pero el YO que impartía la orden, si supuestamente estaba fuera del cerebro, ¿puede morir? ¿El YO es una identidad real o solo una invención de la mente? El más allá es lo desconocido y a mí me interesa el más acá, donde vivo. No pienso en futuro. Tenemos miedo de algo que no sabemos, ¡tenemos tanto miedo a la muerte! Y realmente no la conocemos. Tal vez nada muere, quizás esa voz que nos ordena sea inmortal y se despierta en los cuerpos de aquellas personas que buscan e investigan, no lo sé, nada puedo afirmar y aunque pudiese hacerlo no la afirmaría. He llegado a un descubrimiento personal pero si dijera lo que pienso con respecto a la muerte, miles de personas desesperadas por miedo a morir creerían en mis palabras, sería otra forma más de creencia, y ciertamente no estoy interesado en que la gente dogmatice mis palabras, si lo hicieran serían seguidores míos. 

Todos tenemos inteligencia para indagar, discernir, investigar las cuestiones con respecto a Dios, no precisamos de nadie para acceder a esa Verdad, la llave del conocimiento está en cada ser humano, guardada en su propio corazón. Cada uno tiene que transformarse en su propia religión, si no somos felices es porque estamos viviendo totalmente equivocados. La única realidad que conozco existe en este presente sin tiempo, sin pasado y sin futuro, el inmortal AHORA. SOY, tengo una vida por vivir y no pienso perderla ni por un segundo sino vivirla intensamente. No recuerdo haber muerto como tampoco recuerdo haber nacido, tal vez siempre estuve vivo. Solo tengo mi pluma sobre el escritorio, un corazón pleno de AMOR y el ladrido de los perros que invocan a los viejos espíritus desvelados por la noche que sigue su curso a través de la eternidad. 

JUAN POMPONIO © 2010 

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