martes, 13 de octubre de 2009

EL MAESTRO RAMIRO LAGOS



Pienso durante unos segundos antes de comenzar la presentación del Maestro Ramiro Lagos y lo más claro que emerge de mi memoria es aquel encuentro que tuvimos en Bucaramanga, cuando nos estrechamos en un cálido abrazo y pudimos compartir unas charlas muy ricas en el Segundo Encuentro “Vuelven los Comuneros 2008”. Hoy puedo decir con una enorme felicidad: “Tuve la dicha de conocer al gran Poeta colombiano.” Me siento muy feliz por esta entrevista concedida por Ramiro Lagos, al cual admiro no sólo por su obra poética sino también por su calidez humana.
Aquí, lo más importante de la entrevista no son mis palabras, es SU palabra en unas respuestas plenas de lucidez. ¡Gracias Ramiro!

ENTREVISTA A RAMIRO LAGOS


Desde una Buenos Aires primaveral va mi abrazo de amistad.

Juan Pomponio, 13 de octubre de 2009, Ranelagh, Buenos Aires



1- Usted, maestro Lagos, ya se sabe que nació en Zapatoca, Colombia. Entonces, ¿nos quiere hacer una descripción de su pueblo y contarnos alguna anécdota?

R- Zapatoca es una ciudad donde se nace con vocación de cura. Por eso se le llama “La ciudad levítica”. Yo herede esa vocación: quise ser arcipreste del buen amor. Por lo tanto cante latines y salmos del Cantar de los cantares, lo que justifica la publicación de mi libro “Cantar de otros cantares”. Mi vocación en los anos mozos me llevo a hacer estudios teológicos. Estos estudios, al colgar el hábito de la tolerancia, me convirtieron, ya en la edad post-otoñal en vocero lírico de la teología de la liberación en la que se inspiro mi último Libro titulado Rimado del Cristo Roto.
Me preguntas por una anécdota de mi infancia, y quiero referirme a que deje Zapatoca a la edad de siete anos para radicarme en la “Ciudad Promesa”, que era Bucaramanga, capital de Santander. Era la época en que por falta de carreteras, hacer un viaje por trochas, atajos, riscos, ríos y rocas, era todo un recorrido épico. Era una hazana. Con mi aguerrida madre y hermanos yo hice esa ruta heroica a pie durante siete días hasta llegar a Bucaramanga, lo que lo que preparo mi espíritu para la duras jornadas de la vida y para entender también las duras jornadas del pueblo comunero sobre el cual también he escrito mi obra cumbre:
“Cantos de la epopeya de America”, cantos de lucha liberadora y libertaria.

JP- Maestro Lagos: a través de su inmensa trayectoria literaria, imagino que habrá conocido personalmente a grandes poetas del mundo. Podría nombrar tres y contarnos algo de ellos?

RL- Efectivamente he conocido a poetas epónimos del mundo hispánico por haber vivido en España como estudiante de letras y periodismo y por haber recorrido todo Latinoamérica como investigador universitario y como autor de mi antología “Mester de Rebeldía de la poesía hispanoamericana“. En España mantuve diálogos personales con Vicente Aleixandre, Premio Nobel, con Gerardo Diego, contertulio del Café Gijón de Madrid, con Rafael Alberti, “Poeta de la Calle” y con Pepe Hierro, Premio Cervantes.

JP- ¿Y qué poetas de Latinoamérica conoció Ud. Personalmente?

RL- Muchos, pero te puedo mencionar tres: Jorge Luis Borges, Nicanor Parra y el mejicano de protesta Efraín Huerta. También dialogue en Norte America con un famoso poeta ruso: Evgueni Evtuchenco.

JP- ¿Y cuál le hizo más impacto?

RL- El poeta ruso. Espectacular. Dramático. Y monumental en su cordialidad abrazadora: me dio tan fuertes abrazos que llegue a pensar que me confundía con Pablo de Rhoca. Pero no. Después me dijo: te abrazo como si estuviera abrazando a Colombia donde deje amigos inolvidables como Gonzalo Arango y sobre todo una amiga cuyo nombre conservare en secreto hasta que vuelva a Leticia del Amazonas colombiano donde celebramos una romanza frente a su selva de amor. Llamémosle a ella también Leticia, que quiere decir “Alegría”. Y Leticia fue mi amor secreto.


JP- ¿Y qué nos dices de Vicente Aleixandre?

RL- Que no era un poeta dios, como se creen algunos vates de ahora. Leer su libro “Espadas como labios”, era seguramente mas complicado que leer sus labios tan sencillos y tan sonreídos para el dialogo. Una hora duro la entrevista para la prensa colombiana y hablamos desde su iniciación en la poesía hasta las “sombras del paraíso” poético surrealista. Me confeso que leyendo un libro de Rubén Darío se le habían abierto las pastas doradas de la nueva poesía hispánica de su época. Aleixandre era un hombre sencillamente alto y afable como poeta andaluz. Cuando lo conocí en 1953, estaba preparando su poemario “Historia del Corazón”. Y comento: ojala este libro lo entiendan hasta las porteras. No quiero ser un poeta de minorías. Quisiera ser un poeta, para mayorías. Al fin de cuentas el poder de la poesía, según su concepto, es poder comunicar y comunicarse con la gran audiencia.

JP - ¿Cómo conociÓ Ud. A Rafael Alberti?

RL- Nadie me lo había presentado. Yo me le presente mediante un truco. A sabiendas de que ese señor que compartía unos vinos con una dama en una terraza madrileña de la calle Princesa, era Rafael Alberti, le pregunte: ¿Usted como que se parece al poeta Alberti? A lo que contesto: si yo soy Rafael Alberti y Ud. Quien es? Soy un periodista colombiano. ¡Aja!, ya me lo imaginaba que eras colombiano por tu acentito peculiar tan parecido al de mi amigo Jorge Rojas, el poeta de la “Ciudad sumergida”. La mención de este poeta, amigo también de Neruda, prendió el dialogo entre los dos, comentándole a el que yo había leído su libro “Poeta en la calle”, y así me lo había querido encontrar: en la calle, al aire libre, en una terraza de la calle Princesa.

JP- ¿Dónde conoció Ud. A Borges?

RL- En un simposio de profesores del español en Chicago. O conocí aislado de catedráticos que le habían dado las espaldas en protesta por restarle importancia en su discurso a la reconocida grandiosidad de las letras españolas. Casi arrinconado el Borges retador, me le acerque y para sorpresa este Borges orgulloso, me concedió diez minutos de dialogo sobre su poesía, no sobre la ultraísta de su “Fervor de Buenos Aires” sino sobre su poesía popular representada en sus milongas. Me confeso que le gustaban los personajes de las reyertas, de los duelos por honor o por amor. Que le gustaba el payador. Y ese fue el Borges que yo conocí en Chicago hace mas de cuatro décadas, el de las milongas, el retador.

JP- ¿Dices que también conociste a Nicanor Parra?

RL- Si, lo fui a ver en mi visita a Chile a su residencia de su cordillera. Fui con un grupo de poetas. Al preguntar por el poeta, nos abrieron la puerta dos bellas doncellas que lo asistían a su edad post-otoñal y eran todo dos rosas de la poesía sin espinas, para evitarle a Nicanor su prurito hacia la anti-poesía. De esto hablamos un rato, reconociendo que el origen lejano de la anti-poesía eran “Las gotas amargas”, del poeta colombiano José Asunción Silva. Criticado Nicanor por no haberse exilado durante la época pinochesca, comentó: uno se exila cuando tiene miedo y tiene que esconderse. Yo no tuve miedo ni tampoco mi pluma se había escondido, a pesar de que se expuso al rechazo por la teatralización protestataria de “Las hojas de Parra”, clausuradas por el régimen. Finalmente me entregó como respuesta a sus críticos un soneto sin letra, solo catorce líneas blancas, para que se interpretara su profundo silencio. Era un soneto de auto-censura obligada, es decir, un anti-soneto.

JP- ¿Ramiro, hablemos ahora sobre su poesía: Cuantos libros ha escrito y cuales considera de las mejores obras?.

RL- He escrito 26 libros, entre ellos dos libros de ensayos, tres antologías internacionales y lo demás obras poéticas. Mis obras antológicas mas conocidas son: Mester de Rebeldía de la Poesía Hispanoamericana, Voces Femeninas del Mundo Hispánico y Poetas sin Fronteras. Y en cuanto a mi obra poética, valga mencionar tres libros de temática muy diferente:
Cantos de la Epopeya de America, Frutologia de Eros y Rimado del Cristo Roto.

JP -¿Cuándo le llegó la inspiración para escribir su libro Frutologia de Eros y cuáles serían las frutas más poderosas sexualmente?

RL- Mi libro Frutologia de Eros, poesía y pintura”, me lo inspiro el cuadro de Julio Romero de Torres, “Naranjas y Limones”. Pero antes había leído el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, donde se observa que hay dos frutas que asumen el protagonismo de personajes amorosos: Don Melón y Dona Endrina. Yo quise entroncar esta personalización amorosa de las frutas del libro clásico del siglo XIV, para personalizar amorosamente a todas las frutas tropicales a través del humor y del amor de nuestros ardientes trópicos, donde el erotismo juega con un fuego abrasador de ardiente erotismo. Así las frutas mas eróticas yo diría son La papaya, llamada en Cuba, la fruta bomba, el borojo, una especie de viagra frutal de la región chocoana de Colombia y naturalmente, el banano, símbolo fálico, quien es proclamado el rey soberano de todas las frutas del trópico.

JP -¿Qué siente Ramiro ante el avance de un materialismo despiadado?

RL- Siento inmensa preocupación. El mundo esta más deshumanizado que nunca con la globalización de los intereses económicos de las multinacionales. Pero estoy preocupado también por la deshumanización del poeta oficial y oficioso que no canta al ritmo del alma colectiva y escribe una poesía evasiva, sin alma popular. Y sin sensibilidad social. Estoy por pensar que un poeta sin sensibilidad, no es poeta. Hay que buscar la lágrima en alma humana de su doloroso sentir. Hay que buscar el alma del trigo y el alma de cada palabra iluminadora. Hay que buscarle alma o espíritu a cada palabra que se poetice como lo hizo Cesar Vallejo con sus “poemas humanos“. Y, si se quiere, hay que desnudar la palabra de tanta metáfora mentirosa, para sustituirla por la palabra iluminada o por la que rime justicia con la verdadera verdad campanal.

JP - ¿Qué insinúa Ud. Con eso de metáforas mentirosas?

RL- La gran metáfora de algunos poetas oficiales, es hacernos creer que Latinoamérica, por ejemplo, es un paraíso terrenal donde hay tanto oro metafórico y real, pero muy pocos poetas dan testimonio lírico o épico de su lucha contra la inhumana pobreza y violación de los derechos humanos. La poesía épica como expresión de lucha contra la violación de dichos derechos y contras las injusticias esclavizantes, ha estado proscrita de la literatura popular sacrificando por siglos al héroe colectivo. Sin embargo, Pablo Neruda, ha escrito para ejemplo de los poetas menores, un canto épico epopéyico a su manera, “ El Canto General” en que el gran héroe desde Caupolican hasta “Canto General“, es el pueblo de Indo América.

JP- ¿Cómo ve la realidad del ser humano “civilizado”?

RL- Como un adefesio. Lo que se llama civilización moderna, se ha convertido en otra barbarie de naciones ricas que no han resuelto la tragedia universal del hambre y que además con guerras de intereses económicos son causantes genocidios con verdaderas armas de destrucción masiva. No hay que olvidar otros, los holocaustos de niños y de ancianos en tierras donde crucificaron al mismo Redentor. De todo ello doy testimonio en poemas de mi tendencia testimonial, denunciado la crueldad, el cinismo y la ausencia de un verdadero cristianismo entre las proclamadas naciones civilizadas. Ha de esperarse que resucite un Cristo Juez de justicia surgido de la teología de la liberación que invoco en mi libro “Rimado del Cristo roto“. Se ha dicho que este libro es una bomba en el tiempo del seudo-cristianismo pagano.

JP- Poeta, tuve la dicha de conocer Colombia y enamorarme de ella. Hay algo que aun no logro comprender. ¿Cómo un país tan alegre, de bellas personas y de una calidez humana inexplicable tiene que padecer la obscuridad de la violencia que ha azotado el alma del maravilloso pueblo colombiano?

RL- Colombia, país de El Dorado es a la vez una jaula de oro en que el pájaro poeta cautivo en su jaula se ve obligado a cantar metáforas mentirosas o a callar para no morirse de hambre. De lo contrario en un canto de las cuarenta diría que este país, rico en potenciales recursos, alberga en su conciencia católica y apostólica a veinte millones de pobres y a cuatro millones de indigentes, según las estadísticas. Entonces se concluye que hay una crónica violencia económica que choca con la violencia de la hambruna. Y son el hambre y la sed de justicia las que hacen violentos a los males aventurados, miserables e inconformes en su lucha por el pan cada día, que en Colombia seria el pan y tema de la buena poesía testimonial. De razón un crítico le ha decretado la pena de muerte a la actual poesía colombiana, acaso por carecer de conciencia nacional para desenmascarar a los verdaderos terroristas de ese maravilloso y bello país que Ud. y yo tanto admiramos.

JP- Maestro, por último, quiero pedirle que nos deje un poema a modo de homenaje para todos los pueblos del mundo.

RL- Confieso honestamente que un poema mío no podrá alcanzar la audiencia universal del viento convocado. Hay que acudir a Cesar Vallejo, el de “Aparta de mi este cáliz”. Con este mismo titulo escribí recientemente un poema defendiendo a los Indios del Amazonas peruano de la opresión, de la expropiación de sus tierras, de la masacre oficial. Otro largo poema épico escrito en octavas reales, serviría para complementar el homenaje al clarín justiciero de mis cantos. Se titula “Cruz cruzada”, que es una protesta rimada contra la mentira de la historia y contra los protagonistas de la farsa universal causantes de horrorosos episodios ante los cuales el poeta lírico con las campanas mudas mantiene su silencio cómplice. Quiero concluir que una literatura que excluya a la poesía épica o testimonial de la turbulencia social de Indo América, traiciona a la intrahistoria y a la historia convivida en un mar de llanto y de miseria. Traiciona, también, a la voz del Cristo liberador que se perfila en el Rimado del Cristo Roto.

Greensboro, Carolina del Norte, octubre 12, Día del Re-Descubrimiento de America, 2009

2 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

Gracias Juan por hacernos conocer nuevos poetas, nuevos horizontes.
Un abrazo gus.

Juan Pomponio dijo...

El agradecido soy yo por contar con personas como vos que nos hace tanto bien. Personas como Ramiro, un tremendo poeta de 87 años que sigue lúcido con su fuerza intelectual intacta. Gracias a todos ustedes.

Un abrazo de luz

Juan