lunes, 1 de diciembre de 2008

CONTEMPLACION DE UNA NO MENTE



Un pájaro desconocido canta con tanta belleza que detiene al tiempo entre las hojas del aguacate. Una hoja cae lentamente, ha completado el círculo y regresa a la tierra para recomenzar. En el patio de Wilfredo llega una canción de Roger Waters. Los pájaros cantan tan apasionados que la vida ingresa en otra dimensión, los duendes traen silencios de la tarde y las flores sonríen.
Mi paso fugaz por la tierra será apenas nada, algunas letras dispersas que, el tiempo se encargará de agruparlas para que viajen hacia otros destinos de otras épocas y visiones de otros seres que vivirán en otros presentes y leerán cada letra en el futuro de verme desde el pasado que a su vez también será presente. La relatividad del tiempo.
El viento murmura despertando a las hojas, me trae el aroma del mar, imagino barcos que pasan atravesando el patio, sirenas desnudas que brillan encendidas como antorchas celestiales. Todo es posible en el mundo de la tinta. Se generan universos que portan el mensaje de las células y la Realidad se expande hacia otros universos.
¿Cuál es el sentido de la existencia? Veo un mundo hueco donde abunda la realidad de mentes mediocres, embotadas en una vorágine materialista de vidas que lindan la tragedia cotidiana de un tedio insoportable donde lo único que parece importarnos es lo superficial. El grito desgarrador de uno que pide ayuda para salirse del círculo, es el grito de otros tantos millones que viven en la misma situación de asfixia. La vida se esfuma hacia una lenta agonía en una fugacidad de apenas setenta u ochenta años de existencia, desperdiciados en un millar de pensamientos que nos conducen a la desesperación.
El dolor de uno es el dolor de todos, viviendo en una desconexión total de lo que es real. Y tenemos millones de mundos entrechocados que pugnan por obtener el dominio de otros que son sometidos al abandono de una raza cruel. Está llegando el tiempo de comenzar a VER y darnos cuenta sobre la cuestión central de la vida para que cada uno encuentre el rumbo original de la existencia y así emerger del automatismo colectivo de mentes alienadas por otras mentes que se creen superiores al imponer sus pensamientos con afán de control y sumisión de aquellos hombres máquinas que sólo responden ante un leve estímulo del líder de turno.
¿A quién le importa la actividad contemplativa de un hombre que “no piensa”? El movimiento de la no mente se produce desde el lugar al cual el común de la gente no tiene acceso porque es mucho más fácil moverse desde un cerebro condicionado, acurrucarse en una idea y actuar desde un plano de limitación mental. El tiempo del hombre que se quitará las vendas sociales para desempeñarse por sí mismo y ser Real ante lo auténtico, está comenzando a llegar.
Aquellos que logren vaciar la mente de los contaminantes sociales, se quedarán atónitos cuando logren ver lo que descubrirán por sí mismos, se darán cuenta de lo dormido que estaba y recobrarán la vida en una visión pura e incontaminada. Abandonarán las viejas estructuras mentales para dar paso a una mente nueva. Surgirá un cerebro puro que no contendrá trazos de nada. No será una mente católica, judía, hindú, comunista, o musulmana. Será una MENTE HUMANA, producto del amor. Funcionará libremente con la idea de ser y compartir con todos aquellos que están dispuestos a afrontar una nueva forma de ver, a sentir la pureza del verdadero hombre revolucionario, funcionando desde la inteligencia real de actuar y hacer el bien a todos los demás porque comprende la conciencia de que todos somos parte de un Todo, células de una misma realidad que conforman el género humano.
Una sociedad que arremete contra sí misma es como un cáncer que devora todo a su paso. El hombre en una guerra es una célula cancerosa que ataca sin piedad a otro de su misma especie, propagándose a regiones vecinas, desparramando el odio sobre otras naciones olvidándose de la esencia original de todos los tiempos. La humanidad es el cuerpo que vive en el universo y cada uno tiene que darse cuenta para tener la libertad de elegir ser bueno para no contaminar a sus componentes. La tierra está padeciendo una severa enfermedad llamada: seres humanos.
En nosotros reside la solución. Cada uno tiene las herramientas necesarias para trabajar hacia todos los corazones del ser humano. Estamos comprometidos ante una realidad social que esta a la vista de todos aquellos que quieren ver lo real de la cuestión. El resto seguirá sumergido en el sueño colectivo de no saber lo que hacen, precisamente porque están profundamente dormidos. El tiempo de la conciencia llegará y todos estaremos unidos en paz verdadera. Una paz no creada por el hombre, una paz que emergerá de cada uno de nosotros propagándose a todos los seres humanos sedientos de justicia para conformar una fraternidad universal.

Juan Pomponio

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