¿Qué será de los pájaros en Ranelagh?
¿Cómo estará el otoño en mi barrio?
Miro hacia atrás y me alcanza
la inmensa realidad de la distancia.
Aún recuerdo
el corazón de mi madre
gritando en mi pecho
el día que me lancé a los caminos.
Recuerdo los rostros que pasaron ante mí,
los paisajes escritos en mi alma.
Escucho el llanto de Marcela
cuando nos despedimos en Lima.
¿Qué será de los amigos,
de la Calle Ancha
ahora pavimentada
donde en otras épocas
crecían las manzanillas
que mi abuela juntaba?
¿Cómo estará el amor de Hermes, mi perro,
la placita donde iba a poetizar mis sueños,
a dibujar con la forma de las nubes,
a pasar las tardes sin tiempo
escuchando la risa de la hierba,
el consejo de los árboles?
¿Qué serán de aquellos amores que tuve,
de la bicicleta blanca,
los libros que habitaron mi cuarto,
el horno a leña y los claveles?
¿Qué será de la parra plantada por mi padre?
¿Qué será
de aquella vida
que ya no tengo?
2 comentarios:
Querido Juan:
Un abrazo desde Terra Australis con la esperanza de que hayas conseguido lo que anhelabas.
Querido Mario,
me alegra mucho saber de vos. Desde esta hermosa Venezuela, te dejo un gran abrazo de luz. Quisiera que añadir tu blog.
Juan Pomponio
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