viernes, 10 de septiembre de 2010

DESDE PARANÁ VIENE LA POESÍA DE MARTA PIMENTEL


EL VIENTO

I

Tiene una novia, lo he visto con la muchacha,
De pique por las esquinas, de besos por las mañanas,
Enlazaó contra el lapacho, a guiños con las iguanas,
De costa a costa escondido en los brazos de la dama,
Cual un señor soplando despacio pa´no espantarla.

Y cuando anda de cuchillas entre subidas y bajadas
Deja caer la flor del jacarandá cuando pasa.
Susurrando espinillos amarillos cual iguana,
De vergonzoso nomás, se vuelve verde esmeralda.

Un vez
lo vi corriendo como quien del fantasma dispara,
era él mismo siguiendo su sombra entre las ramas.
Al amanecer aquel día, lo vieron llorar al alba.
Le pregunte, si tenía dolor, o tristes nostalgia,
Si podía consultar a las nubes, a las barrancas,
A los arroyos jilgueros, a las yatay, a las garzas.

No, dijo ensimismado - , tengo un montón de lágrimas,
Ya las coplas me han vencido, soy pluma de ave que pasa,
Voy a donde nadie sepa que corro viejas del agua -

Lo dice, el sol, que pregunta - ¿dónde está el viento que pasa? -
Escondido en un copla, en el fondo de una guitarra,
Lejos de la muchedumbre, y cerca de las barrancas
Soplando sobre el hornero, su casa de barro y paja,
O quizás haciéndose el loco, quitando de encrucijadas
Al mandubé del pico, el anzuelo, pura lanza, pura lanza.

De un tirón a esta costa, de un tirón a esa lata,
de tarro en tarro la loma. Y liberando escamas,
De aquella cría de sábalo a la orilla de la playa.

Al viento lo vi, callado, cabeza baja, encorvado,
Mirar por debajo del agua, pensé se habrá perdido,
Ya anda con la nostalgia, comió mal un gorrión,
Lo empacho la chicharra, se fue de bingo en la noche,
Se le calentó el agua, y el mate de puro pico,
le quemó hasta la garganta.

Están de juerga en la calle, y nadie lo invito que vaya,
Está algo sonso mi amigo, me dije, mientras guardaba
En mi cartera estrellas de tarde enteras de plata.

No dije nada, sólo lo vi, junto al borde de la calle
tropezando con el alma.

- Allá va el viento, enfurecido lleva nubes mañaneras,
A reventarlas quien sabe, donde aguanten su nostalgia.
Es como un niño escapado en la siesta a la plaza -

Sopla el viento, y de un giro el aire que sopla estalla
Caliente como el caribe con brozas fina en la cara
Finge ser un extranjero con aire de nuez moscada.
Pero,
Entrerriano como el monte, de espinillo en la garganta,
Canta y brilla como un grillo, entre los aires que danza,
campo adentro, cementerio de los pueblos y muchachas.

Sé de él porque respondo, sé de él
Porque me inclino ante su estampa
Sin máscaras ni palabras. Viento y agua.

Sabe Dios si sopla fuerte, sabe Dios si sopla en calma
Del huracán de la noche, los pichones se levantan,
Y con lagañas aún puesta preguntan que - ¿qué le pasa? -
Es el viento una fantasma que camina en las mirillas
Y se filtra en las puertas, como mendigo o gitana,
Adivina mis sentidos ,y me busca, y me llama.

Como un león extendido, lo he visto entre las plantas.
Felino desconocido maullando en las ventanas:

La niña viene de lejos, la niña se va sin agua,
Se lleva en canto, el viento, su cabellera dorada,
Y ríe el viento a carcajadas,
Y ríe la niña pobre de la ribera y las palmas.
Enfrente están las islas: una pequeña y selvática
Otra de anchas cinturas y largas lengua de estancia.

Para caminar descalza con la fe subida al viento
en los ojos de esmeralda,
¡Si se acordará del viento, la niña serena y casta!

Marta L. Pimentel Álvarez
Paraná, 26 de agosto -2010

AQUELLA


Todo en mí eres tú
Como una reina ponzoñosa
Que alarde dolor y olvido.
Hija de silencios cometidos.
Todo en mí eres tú
Desde tu abismo.
Profundidad en la noche
Hondura de tierras y laberintos.
Todo en mí eres tú
Maldita hiena que atrapo mis vicios.
Que se lleno de sombras
Y mares contraídos.
Todo en mí eres tú
Murciélago oscuro y maligno.
¡Déjame!, ¡fuera de mí! ¡Bestia!
Has robado mis delirios.
¡Vete ya!,
El diablo anda suelto en mi camino.
Lleva y trae con la luna tus silbidos.
Todo en mí eres tú.
Y me has vencido una tarde en primavera
Cuando todo era canto de sirenas
En mi alcoba de poeta enceguecido.
Todo en mí eres tú
Infame hembra que no sabes de la muerte
Ni de los lirios.


Marta Liliana Pimentel Álvarez
9/sept./10 – Paraná

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